Viena
La capital de Austria es la ciudad romántica por excelencia. Con una combinación perfecta entre el gloriosos pasado imperial y el encanto contemporáneo, Viena sorprende con una rica vida cultural y un ambiente de lo más animado en sus calles.
Parte del encanto de Viena reside en que se puede recorrer fácilmente a pie. Lo que viene muy bien para no perderse ninguno de los edificios que salpican el casco histórico.
La Catedral de San Esteban
La catedral gótica y emblema de la ciudad, que solo con su altura, más de 130 metros, domina toda la ciudad. Adentrarte en ella es descubrir reliquias, ejemplares de libros antiguos y catacumbas. Desde lo alto de su torre encontrarás las mejores vistas.
Palacio de Hofburg
El hogar de los Habsburgo durante más de sesenta décadas destaca por su impresionante arquitectura, símbolo de la herencia imperial austríaca. Prepárate para disfrutar del mayor palacio de la ciudad y el más turístico con un interesante recorrido por los apartamentos imperiales.El Mercado de Naschmarkt
No se conoce del todo una ciudad hasta que no se pisa uno de sus mercados. El más antiguo de Viena es el de Naschmarkt, abierto desde el siglo XVI. Además de deleitarte la vista con todo tipo de productos frescos, estás en el lugar ideal para probar algunos de los platos típicos de la gastronomía austríaca en los locales que encontrarás aquí y que están tan de moda.
La Noria gigante
La Noria gigante es uno de los símbolos de la ciudad. Se construyó en 1897, con motivo del 50 aniversario en el trono del emperador Francisco José, y desde entonces no se concibe Viena sin su noria.
Estando en Viena ¿cómo no vas a realizar un paseo por el Danubio? La capital austríaca está atravesada por el este enorme río durante 23 kilómetros, en un recorrido en el que sus aguas son testigos silenciosos de la belleza de esta ciudad.
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